martes, marzo 31, 2009

Reflexiones....



En octubre de 1946 la terminante prohibición de entrar a México sorprende enormemente a Doña Concha Piquer, que había sido contratada junto a su compañía para varias actuaciones. El motivo aparente es que un grupo de exiliados la tildaron de “artista del régimen” y la culparon de ser la responsable del exilio de Miguel de Molina. Por mediación del actor Cantinflas, Doña Concha logró actuar, siendo muy aplaudida por los españoles que allí se encontraban, entre ellos Juan Negrín. Fue tan sonora esa negativa a pisar México que el rumor que la señalaba como responsable del exilio de Miguel de Molina tuvo mucha repercusión…


Actualmente, se está celebrando una exposición sobre Miguel de Molina, “Miguel de Molina, arte y provocación”, que analiza su faceta artística y los castigos que recibió por su carácter moderno, por su atuendo andrógino y por su declarada homosexualidad durante el Franquismo, hasta el punto de ser expulsado del país. Parece ser que este argumento no ha gustado mucho a las carcas que escriben en la edición sevillana de ABC unos artículos, cuyo interés y calidad literaria se ve superada por cualquier papel de calentitos.

Como este periodista no tiene argumentos para desmontar la exposición recurre a los ataques directos hacia la persona y el arte de Miguel de Molina, en un claro ataque de soberbia y resentimiento, que es lo que rebosan cada una de las palabras que salen de su pluma. En primer lugar, sentencia con un carácter completamente estricto el escaso talento de Miguel de Molina para el baile, para el cante, para sus películas, en sus galas, su vestuario….


Cierto es que para gustos los colores, pero cabría esperar que un hombre, tan estricto en sus juicios, comprenda que haya gente que no veamos arte en su amigo el torero , que con una edad avanzada más que torear parecía que estaba en un encierro, de lo que corría el hombre delante del toro… hay que ser comprensivo. Lo único cierto es que desde la primera aparición del malagueño hasta hoy han llovido muchas modas, muchas tendencias, muchos estilos musicales y ahí sigue el arte, la personalidad y la estética de Miguel de Molina como referente, icono y objeto de exposiciones, documentales y artículos que analizan su biografía con absoluto rigor histórico… Todavía está por ver como se hablará en un futuro de la labor de este escritor…


Por otro lado, sigue acusando a Miguel como propagador de infamias contra Doña Concha Piquer. Cuando uno escribe en un periódico o en un libro sobre historia hay que documentarse y los rumores no son documentos, que sí son las publicaciones, las entrevistas, las grabaciones, etc. Si acudimos a esta documentación la realidad es más bien otra… El rumor como dije al principio se originó en esa ocasión por una minoría que dio mucho que hablar, pero que fue negado por Miguel de Molina en cuanto pudo, en cuanto se le puso el primer micrófono para la que sería su última entrevista en 1990, donde aclaraba que Concha Piquer no tenía nada que ver con eso. ¡A buenas horas mangas verdes! fue lo único que expresó la valenciana.


Las opiniones de Miguel de Molina sobre Doña Concha fueron siempre buenas. Dijo en una ocasión: “Concha era indudablemente la más guapa, también en el sentido de alegre y valiente. Era una muchacha maravillosa, la mujer más alegre que he encontrado. Aunque tenía su carácter. Había en ella algo extraordinario. Y fue siempre, en sus actuaciones, profesional y magnífica”… Si esto es difamar a alguien…


Pero es que esta admiración fue mutua. Doña Concha siempre recordó con cariño a Miguel de Molina. Ella misma contó cuando aterrada por su reaparición en Madrid las palabras de apoyo y ánimo que recibió del artista fueron muy importantes. Contaba que se acercó al camerino del malagueño para felicitarlo por su actuación y le confeso el miedo que tenía… “¿Pero qué miedo estás diciendo?. Tú tranquila. Antes de salir te miras al espejo y piensa que eres la mejor” le dijo Miguel de Molina. Doña Concha terminaba relatando este hecho aclarando que hizo caso a sus palabras y volvió a triunfar en Madrid.


Pero claro, ésta es la historia escrita en libros, en entrevistas de la época y comentada por la voz propia de sus protagonistas. Los rumores son rumores, muy útiles si sólo queremos destruir, pero claro la base será siempre esa, un rumor, unas habladurías que ocultan una realidad bien distinta contada por sus protagonistas. Siendo claro, aquí sucede otra cosa… hablar de franquismo y homosexualidad aún molesta la pluma de muchos, que se ponen nerviosos nada más tocar el tema y que no tienen otra salida que el ataque hacia las personas, las mentiras y rumores. Le faltó tiempo de entrar al trapo o al pañuelo rojo de lunares en este caso. “Periodista” escribiendo sobre rumores y obviando los verdaderos documentos que dejaron los protagonistas… no hace falta que diga nada más.


Y es que Miguel de Molina sigue siendo eso hoy… arte y provocación…

3 comentarios:

[ javiersubires ] dijo...

Aquí he tenido un buen maestro

:)

Fran dijo...

Me ha gustado la elegancia y delicadeza con la que has tratado este tema y me ha emocionado, porque lo ocurrido a Miguel de Molina y el intento de tapar siempre lo que le sucedió, me produce una enorme tristeza. Muy oportuna esta revisión de la persona, del hombre, del artista.
Te quería agradecer que hayas puesto un link de mi blog en tu Fotolog. Gracias

Cossiolet dijo...

Ya quisieran muchos de los que ahora se suben a un escenario a "actuar", tener la sabiduria, profesionalidad, gracia, y un vestuario impecable. que tenía Miguel de Molina.